REVIEW • POWER CHOCOLATÍN EXPERIMENTO (UY) - "APARATOS"
![]() |
Arte de tapa: Gustako Cornejo. |
Por Fernando Diéguez | Escribir, crear, grabar, y editar un disco en este 2020 es una suerte de milagro. Llegar al final del proceso y poder darlo a conocer implica en muchísimos casos y aspectos una cuota extra de perseverancia, de querer hacer, de que la música se abre paso igual, a pesar de todo lo que aceche afuera, y adentro. Claro que hay muchos proyectos que comenzaron, o incluso se terminaron de realizar antes de que esta imprevisibilidad mundial nos sacuda. Pero igual, el gesto de dar a luz una nueva obra en estos tiempos, tiene una cuota extra de admiración, y de declaración de principios. Como bien dice la letra de “Blakai”, primer tema de este nuevo álbum de los Power Chocolatín Experimento: “hubo algo inmenso...", y esa inmensidad desbordó todo, y se da a conocer en forma de “Aparatos”.
Para los que nunca los escucharon, los PCE hacen una música muy personal, que tiene elementos de math rock, experimental, hardcore, con momentos de tranquilidad, de furia, de pasajes que transportan de un lado a otro sin esfuerzo para el oyente. Y si a alguien asusta la etiqueta “math rock”, acá no hay cosas intrincadas per sé, todo siempre suena natural, no se nos obliga a pensar en qué endemoniado compás está escrito lo que escuchamos. Si bien en su mayoría es todo complejo y con estructuras irregulares, nada suena puesto o hecho a la fuerza. Es así porque es así. Y por suerte los músicos que componen a esta banda son tan dúctiles y buenos que no existe nunca esa sensación de “estoy tocando esto que es re difícil para que escuchen lo que soy capaz de tocar”. Tanto en sus anteriores discos como en este nuevo “aparato” que sigue formando su camino, ellos hacen la suya sin pretensiones, y se nota en el resultado final.
Y la voz, suavemente despreocupada o a grito pelado, es la encargada de darle todavía más humanidad a estas canciones, a través de unas letras que, como nos tienen acostumbrados, pueden tocar temas muy personales, o no, pero de alguna manera nos terminan conmoviendo. El último track del disco, “Aparatos partes 2-3”, el más largo de todos, tiene una letra tan corta pero efectiva: “Son todos parecidos los ascensores corporativos / hoy no te viene a buscar / no tiene tiempo / ni ganas”. Y esa sensación de oveja trajeada esperando infinitamente que se abra la puerta para no ir a jugar, no necesita más que esas pocas pero fulminantes palabras: dispararse en una música que de una engañosa calma, como un mantra alienado que se va acumulando, llenando todo espacio hasta que, como un globo al que seguimos inflando, al fin, como es de esperar y aunque no queramos, termina explotando. Pero no de una forma previsible, sino en una catarata de ritmos, percusión y melodías que se van haciendo lugar dentro de ese edificio gris en donde esperábamos a la dichosa puerta que se abra. No toda explosión termina en furia y destrucción. Eso más parece una implosión donde la música lleva a nuestra mente a un lugar donde podemos sentir placer dentro de esa rutina agobiante.
Mención aparte para la producción, que deja brillar cada cosa sin abrumar y sin empastarse, cosa que se agradece muchísimo ante tanta cantidad de detalles que merecen una buena escucha. Y el arte de tapa del amigo de la casa Gustako Cornejo, que dan ganas urgentes de querer tener este disco en forma física. Ya veremos los locos del formato físico de tenerlo en nuestras manos.
Los hermanos Berocay (Bruno en batería y octapad, Demian en guitarra, voz, octapad y bajo; Pablo en teclados, bajo, aparatos, coros, octapad, percusión más Miguel Robaina en proyecciones y logística) siguen siendo un trío que suena como si fueran muchos más, y no solo en estudio, porque en vivo descargan una potencia y sensibilidad que impresiona, y dejan ver que siendo unos verdaderos virtuosos cada uno en lo suyo, nunca lo enrostran en la cara, cada arreglo, cada sonido está para el resultado de cada canción, sin otra necesidad de hacer eso, canciones que emocionan. Ojalá tengamos pronto la suerte de que este momento de encierro e irrealidad impensable hace unos meses, se termine y nos permita que estos tres magníficos crucen otra vez el charco desde su natal Montevideo, y nos traigan su magia de nuevo para vivir esa energía en vivo. Mientras, acá estos “Aparatos”, para disfrutar una y otra vez sin cansarse. •
CONTACTO & PLATAFORMAS
ARTÍCULOS RELACIONADOS
SUBCULTURA FANZINE #8
Últimas copias con envío incluido (ARG) en https://bit.ly/3hRD8zX
APOYO & APORTE VOLUNTARIO
Si te gusta lo que hacemos, nos podés invitar un cafecito ($50 ARS) en https://cafecito.app/subcultura. ¡Gracias por el apoyo! •